El Dr. Gil salvó mi ojo derecho, evitó de forma profesional y hágil, que perdiera la visión del mismo por un mal diagnóstico realizado por otro médico cuya mala valoración fue detectada por el Dr Gil y su equipo. Gracias al Dr Gil, hoy por hoy he recuperado no sólo la visión, sino mi vida. Su trato cálido y hablar franco me permitieron, como paciente, al fin, comprender la realidad de mi padecimiento. Estoy eternamente agradecida y por supuesto, es ahora mi médico de cabecera .